Adoración a través
de diezmos
y
ofrendas
La primera vez que el diezmo fue mencionado en la Biblia está registrado en Genesis 14 cuando Abram (aún no era Abraham), adoró a Dios por la victoria de una batalla entre muchos reyes de ese tiempo.
Un sacerdote, que se llamaba Melquisedec, admirado con la destreza y nobleza de Abraham, fue a su encuentro. Abraham, vió a Dios en la persona de Melquisedec y entendió que él le representaba al Señor. En este encuentro le honró con su diezmo, como si estuviera honrando a Dios.
La segunda referencia sobre el diezmo encontramos en Génesis 22 en donde Jacob, en su experiencia con Dios y ángeles del cielo, decidió honrar a Dios con sus diezmos.
Un sacerdote, que se llamaba Melquisedec, admirado con la destreza y nobleza de Abraham, fue a su encuentro. Abraham, vió a Dios en la persona de Melquisedec y entendió que él le representaba al Señor. En este encuentro le honró con su diezmo, como si estuviera honrando a Dios.
La segunda referencia sobre el diezmo encontramos en Génesis 22 en donde Jacob, en su experiencia con Dios y ángeles del cielo, decidió honrar a Dios con sus diezmos.
Con estos dos sucesos, entendemos que, una de las maneras de adorar a Dios y honrarle, es entregando nuestro diezmos y ofrendas a Él.
Como no le vemos a Él, les entregamos a sus representantes que se vuelven responsables delante de Dios con la administración y buena mayordomía de estos valores y bienes.
Creemos que las ofrendas son una forma directa de adoración a Dios.
Amamos demonstrar con alegría nuestra gratitud y devoción a Dios a través de los diezmos y ofrendas que vienen de la bendiciones que Él nos ha entregado.
Como no le vemos a Él, les entregamos a sus representantes que se vuelven responsables delante de Dios con la administración y buena mayordomía de estos valores y bienes.
Creemos que las ofrendas son una forma directa de adoración a Dios.
Amamos demonstrar con alegría nuestra gratitud y devoción a Dios a través de los diezmos y ofrendas que vienen de la bendiciones que Él nos ha entregado.
Adoración a través de diezmos y ofrendas
La primera vez que el diezmo fue mencionado en la Biblia está registrado en Genesis 14 cuando Abram (aún no era Abraham), adoró a Dios por la victoria de una batalla entre muchos reyes de ese tiempo.
Un sacerdote, que se llamaba Melquisedec, admirado con la destreza y nobleza de Abraham, fue a su encuentro. Abraham, vió a Dios en la persona de Melquisedec y entendió que él le representaba al Señor. En este encuentro le honró con su diezmo, como si estuviera honrando a Dios.
La segunda referencia sobre el diezmo encontramos en Génesis 22 en donde Jacob, en su experiencia con Dios y ángeles del cielo, decidió honrar a Dios con sus diezmos.
Un sacerdote, que se llamaba Melquisedec, admirado con la destreza y nobleza de Abraham, fue a su encuentro. Abraham, vió a Dios en la persona de Melquisedec y entendió que él le representaba al Señor. En este encuentro le honró con su diezmo, como si estuviera honrando a Dios.
La segunda referencia sobre el diezmo encontramos en Génesis 22 en donde Jacob, en su experiencia con Dios y ángeles del cielo, decidió honrar a Dios con sus diezmos.
Con estos dos sucesos, entendemos que, una de las maneras de adorar a Dios y honrarle, es entregando nuestro diezmos y ofrendas a Él.
Como no Le vemos a Él, les entregamos a sus representantes que se vuelven responsables delante de Dios con la administración y buena mayordomía de estos valores y bienes.
Creemos que las ofrendas son una forma directa de adoración a Dios.
Amamos demonstrar con alegría nuestra gratitud y devoción a Dios a través de los diezmos y ofrendas que vienen de la bendiciones que Él nos ha entregado.
Como no Le vemos a Él, les entregamos a sus representantes que se vuelven responsables delante de Dios con la administración y buena mayordomía de estos valores y bienes.
Creemos que las ofrendas son una forma directa de adoración a Dios.
Amamos demonstrar con alegría nuestra gratitud y devoción a Dios a través de los diezmos y ofrendas que vienen de la bendiciones que Él nos ha entregado.